jueves, 11 de abril de 2013

Reflexión sobre"Las diez claves de la Web Social"



Reflexión sobre"Las diez claves de la Web Social"


Después de leer el artículo sobre “Las diez claves de la Web Social”, de José Antonio Merlo-Vega, me gustaría comentar algunas de estas claves o apuntes que señala: http://www.thinkepi.net/notas/2009/Merlo-Vega_10-claves-web-social.pdf

En mi opinión, con la web 2.0, los usuarios son los protagonistas porque se incorporan  a la red a través de  una serie de servicios y recursos que nos permiten ser más partícipes.  Nuestra actividad  genera información, compartimos experiencias y conocimientos, y nos podemos relacionar con otras personas, mediante los blogs, las wikis y las redes sociales.

Además, como el propio Merlo-Vega señala, “en la web social, la información se comparte”. Y es que dicha información se encuentra alojada en Internet y no en sistemas de almacenamiento locales, como en el anterior estadio de la web, la 1.0, por lo que los datos aportados por los usuarios pasan a ser públicos, compartiéndolos con cualquier otra persona.

Estoy de acuerdo también en que la sencillez es una característica significativa de la Web 2.0, ya que la información se puede obtener fácil y rápidamente; ahora cualquier  persona puedan crearla u organizarla sin necesidad de conocer complejos comandos o lenguajes como HTML. Por lo tanto, esto propiciará otra de las características que se señalan en el artículo: la colaboración y la participación entre todos los usuarios, beneficiándonos así de la “inteligencia colectiva”.

De igual forma, hay que mencionar otro punto destacable de esta nueva web, como es la posibilidad de etiquetar  contenido mediante las  folksonomías. De esa manera, con un etiquetado en el que todos podemos ser partícipes, organizamos  la información por temas para poder tener acceso así a esos ámbitos que necesitemos.

Destacable también es la “personalización como posibilidad “de la web social. Por ejemplo, con la sindicación de contenidos,  ahora los usuarios podemos suscribirnos a la fuente RSS de las páginas que más nos interesen para ver las actualizaciones de éstas  sin que tengamos que visitarlas una por una, lo que ha supuesto una magnífica oportunidad para estar al tanto de las novedades de esas web.  

Por último, destacar otra ventaja de la web social señalada en el texto y  que desde mi punto de vista es fundamental para su desarrollo: la interoperabilidad.  Y es  que algunas webs integran determinados  servicios web que otras personas han elaborado para que los usuarios puedan disponer de la información necesaria integrada en una misma página. Ejemplos de ello son el Google Maps y su inclusión en infinidad de webs, como pueden ser las páginas de turismo, de rutas senderistas, etc.

En suma, pienso que estamos ante una nueva visión de la red, donde se pueden encontrar múltiples recursos y servicios al alcance de todos, siendo ésta una de las razones principales por la que esta tecnología está cobrando más importancia en la educación, la economía o la política. Además, puede ser utilizada por personas de cualquier edad y  por las amplias posibilidades  de aprender a través de ella de forma fácil, cómoda y atractiva.
Sin embargo, y aunque no se mencionan en el artículo, me gustaría incidir en  algunos inconvenientes que desde mi punto de vista presenta  la web social y que a día de hoy, continúan sin resolverse eficazmente.  
Uno de ellos creo que está íntimamente relacionado a su vez con  una de las principales ventajas de esta web, y es el carácter y calidad dudosos de la información compartida. Lógicamente, al ser una web creada y compartida por todos los usuarios, resulta en ocasiones compleja de controlar. Quizá en un futuro no muy lejano y con la ayuda de la web semántica, esto podría solventarse mediante un control más eficaz de la información veraz.
Otro punto controvertido en la web 2.0 es el relacionado con los derechos de autor y su vulneración.  Hasta hace poco tiempo, era fácil señalar la autoría de un trabajo, proyecto, etc, pues los contenidos eran generados por el propio administrador del servicio. Ahora, en la web social, los contenidos son también producidos por los propios usuarios, que se convierten también en autores. De ahí que aún estén pendientes por delimitar y definir estas cuestiones para regular los derechos de autor y propiedad intelectual en la red.    
Por último me gustaría indicar un aspecto también recurrente y controvertido en las redes sociales como es el de la privacidad. El hecho de que por ejemplo en Facebook, cualquiera pueda subir una foto en la que otra persona aparezca y etiquetarla sin el consentimiento de ésta, hace que a en determinadas ocasiones las redes sociales sean una fuente de conflictos,  especialmente en el caso de menores de edad, lo cual  supone un nuevo control de nuestras relaciones.

POST REEDITADO Y AMPLIADO: 
Ahora que la asignatura está acabando, compruebo que algunas partes de mis post  podrían editarse. 
Por ejemplo, cuando menciono  la información compartida. La idea que quiero señalar es que Internet es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que cualquier persona tiene la posibilidad de publicar contenidos en Internet, también es cierto que esa información puede ser errónea por desconocimiento, por interés e incluso ser motivo de plagio.
Antes, las versiones en papel de las enciclopedias  se sometían a una revisión por parte de editores o comités que evaluasen  por ejemplo la  fiabilidad de cada uno de sus artículos (aunque tampoco estaban exentas de fallos).
Sin embargo, el lado positivo de la web social en este aspecto es que la gran masa de usuarios, la colectividad, trabaja permanentemente para corregir esas posibles informaciones erróneas o manifiestamente malintencionadas. Es decir, se convierte en ese comité evaluador al que hice referencia. Ese es el poder de la participación social. De hecho, hay actualmente en Wikipedia un extenso artículo que señala errores de la Enciclopedia Británica y que la plataforma digital (sus usuarios) ha referenciado y corregido.

http://en.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Errors_in_the_Encyclop%C3%A6dia_Britannica_that_have_been_corrected_in_Wikipedia

Y como señala David más abajo en los comentarios: “el hecho de que la información esté en formato digital y accesible a través de la red permite que, en muchos casos, se detecte mucho antes si una persona ha plagiado información, o si la ha mencionado incorrectamente”.
De hecho, varias son las herramientas que existen actualmente en Internet (gratuitas y de pago) para conocer si se ha copiado información sin permiso. Os dejo un link por si os puede ser de utilidad:
http://manuelgross.bligoo.com/content/view/820261/12-herramientas-para-detectar-textos-plagiados.html

Y es que publicar en Internet es sencillo, cómodo y barato. Se hace necesario distinguir los hechos  de la opinión o de la mentira. Por eso, una de las labores del gestor de la información o del curador de contenidos es precisamente la de analizar los contenidos, comprobar quién hay detrás de esas informaciones y determinar lo que es auténtico de lo que es falso.  ¿Cómo? Por ejemplo evaluando quién es el autor-es de las publicaciones, conociendo cuál es el punto de vista de la información, comparándolo con otras fuentes o sabiendo si esa es información actual.
Por cierto, que después de trabajar sobre la Wiki he podido comprobar  lo que dice David sobre que aquello de identidad de la autoría de la información publicada o modificada: el registro queda grabado.

4 comentarios:

  1. De acuerdo con parte de tus comentarios, aunque tengo un par de reflexiones que hacer al respecto. Sobre la información compartida, depende muy mucho de a través de qué fuente se comparta. Por poner un caso: en una wiki, toda modificación del contenido queda claramente identificada: quién lo ha modificado, cuándo y cómo. Otra cosa es que esa identidad sea más o menos clara.

    De la misma manera, hay herramientas para compartir información en las que sí se puede identificar al autor; más aún, en muchos casos, el hecho de que la información esté en formato digital y accesible a través de la red permite que, en muchos casos, se detecte mucho antes si una persona ha plagiado información, o si la ha mencionado incorrectamente. Los foros de los periódicos, por ejemplo, están repletos de menciones al respecto, cuando esto ocurre. Es más fácil plagiar, sí, pero es también más fácil que el autor de ese plagio sea pillado in fraganti.

    En cuanto al tema de la privacidad, y en particular, de los menores... Sí, es algo que debería ser, ya, materia de estudio (en los colegios, en los institutos). Y más allá: también para muchos adultos que no son conscientes de los riesgos de contar muchas cosas...

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  2. Estoy de acuerdo en que, a pesar de que la información disponible tiente a ser utilizada como propia con distintas motivaciones, actualmente las herramientas que se están desarrollando permiten identificar al autor de la información. Además para eso están las alternativas que ofrecen las distintas prácticas de protección de la información que se vierte a la Red: desde la libre distribución con copias y versiones modificadas como el copyleft, a otras con algunas restricciones. Además, los usuarios cada vez son más conscientes de sus derechos y reclaman cuando existe cualquier apropiación indebida, sin su consentimiento o sin mencionar su autoría, creo recordar que Instagram tuvo que rectificar su política de privacidad por los derechos de las fotos que los usuarios publicaban tras la reacción de los mismos mostrando su desacuerdo.

    Respecto al tema de la privacidad, ya es otro cantar, sobre todo con herramientas sociales como Facebook. Y estoy de acuerdo en que nadie debería poder etiquetar a otra persona sin su consentimiento y no sólo mediante la solicitud de aprobación a que aparezca en su biografía o no.

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  3. Aunque con bastante retraso, gracias Isabel por participar en el blog.

    Un saludo!

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  4. Y por cierto, los comentarios de David me han hecho reflexionar... Por eso, he vuelto a revisar mi post e incluir algunas observaciones.

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